Irremediablemente perdida.

¿Quién no ha creído alguna vez en estar completamente perdido? El sólo tener ganas de andar, sin ninguna dirección, sin que te lleve a ningún sitio. El perderte tú sola para que la única razón que podría hacer que vuelvas a ser tu misma te encuentre. Para que él, concretamente, te encuentre. El volverte loca intentando descubrir que hiciste mal, o tal vez que hiciste bien, el intentar saber si fue porque pusiste demasiado de tu parte, o simplemente que no pusiste nada. El pasarte horas pensando en el mismo tema sin sacarle apenas sentido. El no saber que hacer para que tu cabeza se despeje, para que piense en otra cosa. El asumir que aunque nunca lo has estado, ahora estas totalmente perdida. Y asumir con ello, que la única razón que te haría no estarlo, no va a ir a buscarte.