domingo, 11 de diciembre de 2011
He aprendido a base de caídas que de nada sirve querer conseguir algo si no nos luchamos por ello. Por eso a sido a base de caídas, porque a pesar de todo, he intentado luchar por lo que quería, y eso me ha enseñado a caerme mil veces, pero yo me he levantado mil y una. He aprendido que nada te lo regala la vida, que es complicada. Pero, ¿quién no se ha parado a pensar lo aburrida que sería la vida si nos diese todo echo? El no tener que luchar por nada, el no tener que llorar por algo que perdimos sin la esperanza de volverlo a conseguir. Lo bien que nos sienta reírnos después de tantos días tristes. ¡Nos aburriría el siempre sonreir! En eso se basa la vida, en luchar, en sonreír y en aprovecharla. Que al fin y al cabo, se pasa en un suspiro, y hay que vivirla al máximo, porque si hoy no tienes razones por las que no sonreír, quien sabe, mañana a lo mejor, algo te lo impide por completo.
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